San Juan De La Cruz Frases

113. La perfección no está en las virtudes que el alma conoce de si, mas radica en las que nuestro Señor ve en el alma, la que es carta cerrada, y así no tiene de qué alardear, mas estar el pecho por tierra sobre sí. 108. La sabiduría entra por el cariño, silencio y mortificación. Grande sabiduría es saber silenciar y no ver estos ni hechos ni vidas extrañas.

172. Apártate del mal, obra bien y busca la paz (Sal. 33, 14). 156.

Tenga fortaleza en el corazón contra todas y cada una de las cosas que le movieren a lo que no es Dios, y sea amiga de las pasiones por Cristo. 145. Jamás deje derramar su corazón, si bien sea por un credo. 132. Desancillar para buscar a Dios. La luz que aprovecha en lo exterior para no caer, es del revés en las cosas de Dios, de manera que es preferible no ver, y tiene el alma más seguridad.

La Crisis: Oraciones

Mucho más desea Dios en ti el menor nivel de pureza de conciencia que cuantas obras puedes llevar a cabo. Aunque el camino es llano y suave para los hombres de buena voluntad, el que pasea caminará poco y con trabajo si no tiene buenos pies y ánimo y porfía animosa en eso mismo. “No sospeches mal contra tu hermano; porque este pensamiento quita la pureza del corazón”. Que nunca busque yo, que nunca halle cosa alguna fuera de ti; que las criaturas no sean nada para mí; que yo no sea nada para ellas, y que tú, Jesús, lo seas todo… Que jamás sea una carga para el resto, y que nadie se encargue de mí; que me vea pisada y olvidada, como un granito de arena tuyo, Jesús… Que se cumpla en mí perfectamente tu intención…

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Refrene mucho la lengua y el pensamiento y traiga de ordinario el aprecio en Dios, y calentársele ha el espíritu divino mucho. Léale muchas veces. 158.

¿De Qué Manera Fue El Nacimiento De Jesús?

Un solo pensamiento del hombre vale más que todo el planeta; por consiguiente, sólo Dios es digno de él. Si tú en tu amor, ¡oh buen Jesús! No suavizas el alma, siempre perseverará en su natural dureza. El alma enamorada es alma blanda, mansa, humilde y paciente. Sal fuera y gloríate en tu gloria, escóndete en ella y goza, y alcanzarás las necesidades de tu corazón.

Como el que tira el carro la cuesta arriba, de esta manera camina para Dios el alma que no sacude el cuidado y apaga el apetito. Realmente aquel tiene vencidas todas y cada una de las cosas que ni el gusto de ellas le desplaza a gozo ni el desabrimiento le causa tristeza. No da rincón el apetito a que le mueva el ángel cuando está puesto en otra cosa.

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Mucho más gusta a Dios una obra, por pequeña que sea, llevada a cabo en escondido, no teniendo intención de que se sepa, que mil realizadas con gana de que las sepan los hombres. “La satisfacción del corazón no se halla en la posesión de las cosas, sino en la desnudez de todas y cada una y pobreza de espíritu”. En estos años sufre una crisis vocacional.

Reconstrucción De Su Celda, Con La Mesa Y Banco Que Utilizaba En Sus Visitas A La Hospedería De Beas De Segura

De ahí que, estos dichos van a ser de discreción para el caminar, de luz para el sendero y de amor en el caminar. En San Juan de la Cruz, la experiencia personal del sufrimiento y la íntima relación entre su doctrina y su vida dan probabilidad a su mensaje y lo hacen de hoy para un mundo que busca presentes antes que maestros. Dice san Juan de la Cruz que nuestro corazón tiene capacidad infinita, por eso no se llena con menos que con Dios.

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“En la noche dichosa, en misterio, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz ni guía sino más bien la que en el corazón ardía”. 138. Mire aquel infinito comprender y aquel misterio escondido. ¡Qué paz, qué amor, qué silencio está en aquel pecho divino, qué ciencia tan levantada es la que Dios allí enseña, que es lo que llamamos actos anagógicos, que tanto encienden el corazón. En definitiva, un Dios que es siempre y en todo momento «el principal apasionado» en sus relaciones con el hombre. No es suficiente con reiterar lo que logró Cristo.

Mas dala tú, Padre de misericordias, por el hecho de que sin ti no se va a hacer nada, Señor. 104. El pelo se comienza a peinar de lo prominente de la cabeza, si deseamos esté esclarecido; todas nuestras obras se deben comenzar desde lo mucho más alto del amor de Dios, si deseas que sean puras y claras. También, ¡oh Dios y deleite mío! «No me quitarás, Dios santo, lo que una vez me diste en tu amado Hijo Jesucristo, en quien me diste todo cuanto quiero.

San Juan De La Cruz: Sus Oraciones

Para lo insensible, lo que no sientes; para lo sensible, el sentido; y para el espíritu de Dios, el pensamiento. Y si esperas a mis obras para por ese medio concederme mi ruego, dámelas tú y óbramelas, y las penas que tú quisieses aceptar, y hágase. ¡Señor Dios, amado mío! Si todavía te acuerdas de mis pecados para no realizar lo que te ando pidiendo, haz en ellos, Santo dios, tu voluntad, que es lo que yo más deseo, y ejercita tu bondad y misericordia y vas a ser conocido en ellos. El que de los apetitos no se deja llevar, va a volar ligero según el espíritu, como el ave a que no falta pluma. La obra pura y entera hecha por Dios en el seno puro hace reino entero para su dueño.