Frases De La Cocinera De Castamar

A inicios de mayo de 2020, el canal Astresmedia anunció la adquisición de los derechos de la novela de Múñez. De acuerdo con información del diario La Vanguardia, Michelle Jenner va a estar en la piel de Clara Belmonte . Si bien la producción todavía está en etapa de casting, se ha planteado su estreno para el otoño de 2021. Tampoco faltan en el relato los romances prohibidos, las intrigas y el valor de unos pocos resueltos a rebelarse en contra del statu quo. Por ende, este título cuenta con todos los «ingredientes” de una lectura muy enternecedora y amena. Además, este título representa un salto de género bastante importante para un escritor mucho más popular por sus publicaciones de corte infantil o juvenil.

No os voy a contar bastante sobre el argumento ni de qué manera se genera ese primer acercamiento entre Clara y el duque, solo que hay una trama fantástica llena de intrigas y misterios que vienen de lejos y que poco a poco se va cerrando el cerco sobre los pobladores de Castamar. Me ha dado gusto mucho cómo van apareciendo los personajes a lo largo de la narración y cómo el autor nos los va dibujando, desvelando los misterios de cada uno de ellos, sus pretenciones y sus deseos más oscuros. Tanto Clara como el Duque son espléndidos, pero no se puede uno olvidar de Doña Úrsula, Gabriel, el marqués de Arcona, Amelia, Hernaldo, Doña Sol Montijos… En resumen todos, buenos o malos están perfectamente trazados y algo de agradecer en una historia de este calibre es que los personajes tengan inconvenientes.

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No quiero denominar más personajes a fin de que el lector vaya conociendo a cada personaje y el papel que juega en la trama. Pero todo cambia cuando Clara que tiene un don para la cocina comience a editar el ámbito gris y sin vida que reina en la vivienda través de sus platos, llegando a crear un vínculo con el duque a través de la comida y los sentidos que logra sacarlo de ese estado de eterna melancolía. “La gastronomía marcha realmente bien en la historia que quiero contar, cumple un propósito funcional. Se trata de un lenguaje por el que los dos se comunican, Clara y el señor de la casa, don Diego. Es un lenguaje prácticamente codificado entre ellos, oculto, en aromas, sabores y que deja sostener el fuego vivo”, afirma Fernando J. Muñez.

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La protagonista de esta historia es Clara Belmonte, hija de un respetado médico, cuya vida cambia de un día para otro tras la muerte de este en la guerra. Aparte de sufrir agorafobia desde el momento en que recibe la noticia de la muerte de su padre, tanto ella como su madre y hermana pierden su estatus popular y tras ser echadas de su casa por su tío, deben buscar la manera de mantenerse y esa no es otra que cocinando. Tanto ella como su madre, son unas espléndidas cocineras y merced a ese talento Clara llega al ducado de Castamar, donde radica su excelencia Diego de Castamar, viejo capitán de corps de su majestad y viudo desde hace años tras perder a su esposa en un accidente de caballo. Con Diego viven, aunque no siempre, su hermano Gabriel, y su madre Doña Mercedes, que se trasladan a Castamar con determinada continuidad pues desde el instante en que se quedó viudo, el duque se ha distanciado de la corte, de sus fiestas y celebraciones y prefiere la calma de su mansión cubierto del “poco” personal que tiene a su servicio. La cocinera de Castamar es el debut literario de Fernando J. Múñez , una ficción histórica con aroma tradicional que recuerda a Jane Austen, las hermanas Brontë, Choderlos de Laclos o Patrick Süskind.

Es tal el aspecto con que se describen que casi tienes la sensación de que si aspiras puedes sentir los aromas. Don Diego, el duque, viudo desde el instante en que su esposa muriera hace 10 años, en un trágico incidente mientras que paseaba a caballo, vive recluido y atormentado. Nos encontramos en el año 1720 en el momento en que al ducado de Castamar, en Boadilla, llega la joven Clara Belmonte para trabajar como ayudante en la cocina. Aunque procede de una familia acomodada, su padre era médico, no posee otra salida que buscar empleo tras el fallecimiento de este. No lo tendrá simple ya que además de que es acogida con cuidado por el resto del servicio, sufre agorafobia.

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Las tramas de los personajes se insertan en un intérvalo de tiempo histórico en el que la corte española estaba dispuesta a todo por mantener unos privilegios perturbados por la llegada del rey borbón. En una temporada en la que los platos que se sirven a la mesa determinan la clase popular a la que se forma parte, la gastronomía era un código. Servidumbre y nobles entablaban un diálogo sensitivo, unos lo preparaban y otros lo gozaban, pero se materializaba una conexión sin palabras mucho más profunda de lo que podamos meditar. Nací y me crié en la ciudad de Washington, DC. A los 5 años, mi madre me anotó en clases de piano, tapoteo y español. Allí empezó mi interés en el estudio del español y en las culturas de los países hispanoparlantes.

Todo empezó por una conversación escuchada un buen día sobre la vida de una cocinera cuyo único planeta eras las 4 paredes de su cocina. Fue la chispa que empezó a construir la historia que su madre le había pedido que escribiera. Un día mi madre me dijo que hiciese algo que aludiera a ella, que le interpelara como lectora”. Era el empuje que faltaba para dedicar los próximos 4 años a la que ha sido su primera obra publicada, ajeno de los cuentos infantiles y libros juveniles a los que se dedica profesionalmente. Evidentemente no podía faltar un tercer punto fuerte y cómo no es ¡¡la comida!! Se me hacía la boca agua únicamente con la mención de los espectaculares platos que aparecen en estas páginas.

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Así, según avanzamos en la lectura, intrigas, prejuicios, romances prohibidos, erotismo, odios, recelos, venganzas, ambición y misterios se marchan desgranando haciendo que la lectura sea muy entretenida al unísono que enternecedora. Fueron cuatro años de trabajo, dos para redactar la novela y casi otros dos para resumirla y retocarla, “comencé a redactar y la extensión fue considerablemente mayor de la que finalmente tiene la novela” -760 paginas-. No hay historias reales, ni referentes concretos en ella, sencillamente la inspiración de otras proyectos, otros individuos y su bagaje de lecturas, “todo ello hacía que de algún modo ahora tuviera el imaginario de lo que era Castamar”, afirma Múñez.

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En 2009 inició formalmente su trayectoria como escritor con Monstruos y seres fabulosos. Mucho más adelante, ganó una notoriedad esencial en la esfera artística de España tras regentar el extenso film Las nornas . Diálogos sobre La cocinera de Castamar entre Fernando J. Múnez y Rodolfo Sancho. Los hechos futuros son ilusiones, mi amor, no existen – le decía intentando de aliviar sus angustias de la guerra-. Es una estupidez agobiarse por pésimos augurios en el momento en que no sabemos si van a ocurrir.

“Les divide un siglo pero tienen cosas en común. Marie de Gournay fue una mujer instruida que jamás deseó casarse, era contestataria y pagó un prominente precio por este motivo. Es un líder, pero Clara no está fundamentada en ella”. Fernando J. Múñez se estrena en el planeta editorial con una novela clásica con sabor a Jane Austen y a las hermanas Brontë. Mis estudios me llevaron tres ocasiones a España, que sigue siendo mi país favorito entre todos que he visitado en Europa, el Caribe, Sudamérica y el Medio Oriente. «La cocinera de Castamar» ha provocado la chispa de anhelo para España, que siempre quema en mi corazón, brotar en un fuego de deseo. Por supuesto, un romance entre un señor feudal y una mujer de “casta inferior” no podía ser recibido en ese tiempo.

Y eso pese a que también ella va a haber de confrontar cada día a sus propios diablos. El duque de Castamar le va a la zaga, un caballero de impecables modales. Y cómo no nombrar a Gabriel, qué hombre, pero no les contaré nada más de ninguno de ellos porque enserio que vale la pena caminar hacia ellos sin ideas preconcebidas. Quedé fascinada con la serie de época, alén de mi predilección por las producciones españolas, las intrigas, la ambientación, los olores del cazo traspasando el dispositivo, por lo que no podía establecerme solo con esas impresiones audiovisuales, debía leer el papel y llevar a cabo mis recreaciones mentales.

Sí que nos encontramos frente a una novela en la que hay reales caballeros, hombres con principios que están dispuesto a batirse en desafío por defender a una dama, pero también habrá granujas, malhechores, sin ser una novela de buenos contra pésimos pésimos, sino más bien de individuos de carne y hueso, imperfectas, con virtudes y debilidades. Y cuenta, además de esto, con una trama, que sin tener un ritmo endemoniado, sabe seducirte de forma que no te apetece soltarla hasta saber un poquito mucho más. De eso, de seducción, erotismo, misterios de alcoba, amor, pasión, patrañas, intrigas y traiciones asimismo va a haber bastante en esta historia. Las heridas de la guerra de Sucesión entre los Habsburgo y Borbones no han cicatrizado aún y la sociedad está enfrentada. Clara Belmonte, natural de una familia acomodada pero venida a menos tras el inesperado fallecimiento de su padre, el doctor Belmonte, verá como su vida da un giro radical en poco tiempo.

Miradas y paladares que se encuentran cada día y se consuelan en una España herida por intrigas, ambiciones y venganzas en la corte del Rey. Temor a los espacios abiertos que sólo se diluye entre las 4 paredes de su cocina y de la que solo el amor la liberará. En la búsqueda de un sustento, Clara llega al ducado de Castamar como oficial de cocina.

En la narración, adaptada por Atresmedia, se especifican, con un poco más de precisión en su principio, algunos platos que cocina la protagonista del relato, en el que se entrecruzan las vidas y avatares de otros muchos individuos. Es ahí donde se ubica el cruce de amores misterios e imposibles, que se narran en La chef de Castamary sobre el que da un giro la enorme historia de Clara Belmonte y Diego de Castamar. Una novela entre “lances de espada y lances de alcoba” que por medio de la gastronomía, de la cocina y de regalos con apariencia de recetarios entre amantes cuenta la relación de un duque destrozado por la muerte de su mujer a manos de Enrique de Arcona, enamorado de ella y presto a todo para acabar con el duque, y su chef.