Llevo cada una de sus expresiones y consejos tatuados en mi piel. Poseo, además de esto, un anecdotario colmado de los momentos más hermosos de mi vida. Aún de este modo, tranquila, porque sé muy bien que sigues ahí, a mi lado, cuidándome y acompañándome a cada paso que doy como siempre y en todo momento hiciste. Por todo eso, eres y serás siempre mi eterno ángel. Ese ángel de luz que todos los humanos disponemos en nuestra vida y nos acompaña.
Mujer con los brazos extendidos hacia el cielo forma una sombra… Modelo en vestido blanco volando sobre el viento. Mujer haciendo un corazón con los dedos contra la luz mientras…
Te Recuerdo Cada Día
Quédate por siempre aquí, Flor del pensamiento mío, Y mis pensamientos di; Que decirlos no confío Que me deje el llanto a mí. Al contemplar el cuadro majestoso Que hoy ante mí se da, Mi espíritu se eleva, se engrandece, Y el corazón dichoso Admira en él al Todopoderoso. ¿Sabéis lo que queda al ciego Corazón que jamás olvida? Una vida sin sosiego, Y allá en su fondo oculta Una lágrima de fuego.
Sé que hice las cosas bien, o todo lo bien que en ese instante creía. Pero nunca fue ni va a ser suficiente para un ser tan excepcional como tú. Ahora, unas hermosas expresiones para aquella persona tan particular que tanto echamos de menos. Una mujer en traje de baño y una camisa blanca en el mar. En el borde de la orilla cerca del río se encuentra una pequeña con un vestido blanco.
Aunque a veces logre no verla, sé que siempre estará allí. Ella jamás morirá en mi corazón, ya que tiene el don de la eterna inmortalidad. Puede que simplemente se realice invisible para lograr reposar. Se trata de la mentora de los mucho más bonitos y tiernos recuerdos que conservo de mi niñez. Aquella dulce señora de pelos canos y manos corrugadas a fuerza del tiempo. La del peculiar aroma a dulce colonia, y la eterna apasionado de las ‘reliquias’, siempre y en todo momento velando por los elementos de decoración y chuchería.
Mira esa cándida joven, Junto a su madre velando, Su santa misión llenando Como el ángel del deber; Para su madre sonríe, Para ella esa jura, Y esto, celeste ventura Derrama en todo su ser. Es el olvido una flor, Que en el alma vive, Cuyo influjo bienhechor Borra cuanto el tiempo escribe Con risa, llanto y amor. Hace cierto tiempo que tenía le hermosa necesidad de comunicar con el planeta, con la vida, que te extraño, cada días un poco más y cada momento más fuerte. Momentos donde me encantaría que tu alma estuviese como antaño junto a la mía, sonriendo, distribuyendo un amor que todos merecemos vivir, pero muy pocos saben sentir.
Carta Para Ti, Que Me Cuidas Desde El Cielo
No precisas que unas pobres flores Agrupándose al pie de tosca piedra, Rindan a tu servir pobres loores, Como débil luz a quien la fuerte arredra. Tú las creaste dignas y mejores, Que a ti se enlazan cual al leño yedra, Y éstas, que vida del sabor reciben, De unos en otros van, y eternas viven. En esas horas que son, Para quien sabe sentir, Horas en que deja oír Verdades el corazón, Lamentas, no sin razón, Que yo, que tanto canté, Yo, que al papel trasladé Cuanto en el alma sentía, Solo a ti, madre mía, Un canto no consagré. Explora 2.324 fotografías e imágenes de stock sobre mujer meditando contra el cielo o realiza una exclusiva búsqueda para hallar mucho más fotografías e imágenes de stock. Mi abuela es la mucho más hermosa marca sensible que llevaré por siempre en mi alma.
Plano de enfoque superficial de una mujer agarrando la mano de… Asistir a liturgias religiosas utilizando flores en budista. Mujer contemplando el tiempo de playa con un perro en Noruega… Mente y alma mantra meditación de yoga, práctica de salud psicológica… El contenido de Eres Mamá es solo para fines académicos e informativos. En ningún instante sustituye el diagnóstico, el consejo o el tratamiento de un profesional.
Mira en resumen, aquella dama Que olvidando su hermosura, Pasa una existencia obscura, Sin pesares ni mal; Sonríe a su hija en los brazos, Al tierno infante en la cuna, Y no anhela otra fortuna que los lazos de su amor. Calló la flor, que la hermosa En su frente colocó, y en su mirada brilló Revelación enigmática; Que si el alma del mortal Camina del bien en pues, Baja un destello de Dios A su frente virginal. Buscad la dichosa flor Que dentro del alma vive, Cuyo influjo bienhechor Borra cuanto el tiempo escribe Con risa, llanto y amor. Hay ánimas que por correr Tras del bien que vieron ir, Halagan su padecer, Y en los recuerdos de ayer Se van dejando morir. No siempre al alma va unida Esa flor, dichoso don Que a disfrutar del hoy convida, Cicatrizando la herida Del llagado corazón.
Mi abuela fue el mejor obsequio que lograron ofrecerme mi mamá y mi papá. Es el tesoro más preciado de mi infancia que aún el día de hoy conservo en mi corazón. Y si bien la extrañe en todo instante, siento que me acompaña día a día con sus legados y enseñanzas. Todos y cada uno de los derechos, todos los medios, a escala mundial y en perpetuidad. La Mente es Maravillosa Gaceta sobre psicología, filosofía y medites sobre la vida.
Frente cualquier duda, es conveniente la solicitud con un especialista de confianza. Estas recetas de la abuela para niños son opciones para tus menús que por sus ingredientes o aspecto son mucho más atractivas para ellos. Mi abuela es esa marca emocional que consigue que yo crea en mí misma. Su orgullo y admiración hacían que me viera como una artista, siempre y en todo momento talentosa. Coleccionista de dibujos y cartas, público único de bailes y monerías. Asimismo contadora de cuentos oficial a tiempo completo y consentidora compulsiva.
Es también ahí mismo donde puedo encontrar la respuesta a todas y cada una mis inquietudes. Aprecio esa energía que apunta el sendero que debo continuar. Aún sin contar con su presencia física, se transformó en mi modelo y ejemplo a continuar.
Mi Abuela, La Estrella Que Nunca Morirá, Se Hará Invisible Para Descansar
Frecuentemente se ha repetido en estos últimos años, dentro y fuera de España, que la temporada presente no es época de poesía. La indiferencia con que gran parte del público acostumbra hoy acoger los versos que salen a luz reunidos en colección, no es bastante motivo para estimar precisa similar clase. No, la poesía no ha muerto; la poesía no puede fallecer, mientras que haya fe y amor y caridad en el corazón del hombre. La poesía vive, y vivirá con el virginal atractivo de inmaculadas bellezas, mientras el ser favorecido de la creación no reniegue de sus condiciones, subordinando los movimientos del ánimo a las sugestiones del instinto. En balde se jactará el moderno materialismo de haber dado el golpe de felicidad a la poesía. Cuando mucho más la juzgue muerta, la verá surgir nuevamente de las catacumbas del espíritu, como los primitivos cristianos, regenerada, fortalecida, rápida a dilatar su imperio por los confines de la tierra.